Saturday, September 30, 2017

Mientras los judíos americanos se preocupan por la Alt-Right, los que odian y quieren expulsar a los judíos se agrupan en el partido Laborista británico





Activistas laboristas en la conferencia del partido Laborista del Reino Unido comparan a Israel con la Alemania nazi - Erez Frisch - Israel Hayom

La conferencia anual del 2017 del Partido Laborista del Reino Unido estuvo marcada el martes por los virulentos comentarios antisemitas en un acto paralelo titulado "Discurso libre sobre Israel". El Laborismo, el mayor partido de la oposición de izquierdas del parlamento británico, está dirigido por el diputado Jeremy Corbyn, conocido por su postura pro-palestina y por su admiración por los grupos terroristas Hezbollah y Hamas.

El activista anti-Israel Miko Peled afirmó en el mencionado acto que se debe permitir que la gente exprese su escepticismo sobre el Holocausto, diciendo que es una cuestión de libertad de expresión y de libertad para expresar críticas, y "discutir cada tema, si hubo Holocausto sí o no , y sobre la liberación de Palestina, todo el abanico de temas".

Según informes de los medios de comunicación británicos, Peled, él mismo un estadounidense e israelí, comparó a Israel con los nazis y dijo: "No invitamos a los nazis a dar una charla de una hora para explicar por qué están en lo cierto. No invitamos a Sudáfrica a explicar por qué el apartheid era bueno para los negros. De la misma manera no se debe invitar a los sionistas".

Los activistas que estuvieron en el acto en el que Peled habló dijeron que se les había pedido que no filmaran ni grabaran su discurso.

Otros informes del acto comentaron que otros oradores también habían hecho declaraciones condenando a Israel y afirmando que Israel había cometido genocidio, y algunos incluso se negaron a pronunciar el nombre del país, refiriéndose a él como el "estado sionista".

También se informó que Tony Greenstein, un miembro del Partido Laborista que fue suspendido por comentarios antisemitas como "escoria sionista", fue muy aplaudido.

Otra propuesta que recibió la aprobación de la audiencia fue la de Michael Kalmanovitz, miembro de la Red Judía Antisionista Internacional, quien dijo que el Movimiento Laborista Judío y los Amigos Laboristas de Israel deberían ser expulsados ​​del partido.

Sin embargo, Jeremy Newark, presidente del Movimiento Laborista Judío, afirmó que el líder del partido, Corbyn, debería sentirse avergonzado porque la conferencia había sido concebida como una oportunidad para celebrar su éxito en las recientes elecciones, pero fue ensombrecida por unos "titulares escalofriantes".

Los acontecimientos de la conferencia del martes enojaron a muchos activistas laboristas, incluyendo algunos partidarios laboristas judíos. El diputado líder del Partido Laborista, Tom Watson, prometió que el partido investigaría los incidentes.

La miembro de la Knesset, Stav Shaffir (Unión Sionista), que asistió a la conferencia como invitada especial de organizaciones judías, dijo el martes que "nunca cederemos y permaneceremos en silencio frente a las expresiones de antisemitismo y odio. Los representantes israelíes o judíos no deben permanecer en silencio frente a movimientos populistas como éstos, en cualquier lugar".

PD. Se ha de recordar que esta misma Stav Shaffir participó hace un año o dos en un panel de J Street donde uno de los fundadores de la organización afirmó que los judíos israelíes debían volver al estado de dhimmis en una deseable y futuro Gran Palestina árabe. Es decir, debían permanecer como una minoría y depender de la benevolencia y el control árabe.

Por aquel entonces Shaffir permaneció muda


Burlas, desprecio y calumnias por parte de los habituales matones judíos antisionistas y anti-Israel -  Mark Gardner - Times of Israel

¿Qué es lo que le ocurre al partido Laborista con el antisemitismo que fluye a su alrededor? Un paso adelante, un paso hacia atrás, un pulgar hacia arriba, un dedo pegado en la cara.

Casi el 97% de los delegados de la Conferencia del Partido Laborista votaron por el cambio de reglas que prohíben el racismo. Este cambio de reglas fue incansablemente promovido por el Movimiento Laborista Judío y respaldado por Jeremy Corbyn y por sus partidarios izquierdistas de Momentum.

Suena bien, ¿no creen? A menos que ustedes estuvieran sentados en la Sala de Conferencias y oyeran los fuertes aplausos para aquellos que comparaban a Israel y a los sionistas con Sudáfrica y el apartheid. O si usted percibía cuán hoscos y rencorosos eran muchos de los votos de la resolución contra el antisemitismo.

Mientras tanto, la Voz Judía por el Laborismo (la versión británica de la americana Voz Judía por la Paz)  se aferró a su trabajo de asegurarles a los fieles de Corbyn que cualquier persona que se queje de antisemitismo es un mentiroso, un agente voluntario del Daily Mail o un enviado de Benjamin Netanyahu, y pueden rellenar todos los puntos en medio.

Esta calumnia además buscaba equiparar al Movimiento Laborista Judío, que ha hecho todo lo posible por legitimar los votos de la elección para un gobierno laborista conducido por Corbyn. Pero como cualquiera puede adivinar, su objetivo es destruir a su enemigo en lugar de derrotar su argumento.

De vuelta a la Conferencia, Len McCluskey, el mayor dirigente sindical detrás de Corbyn, tomó el libro de justificaciones de Ken Livingstone (muy conocidas sus declaraciones antisemitas, por las cuales ha sido sancionado) declarando que nunca ha visto antisemitismo en el Laborismo. También dio todo su apoyo a la inefable Voz Judía por el Laborismo: uno de cuyos líderes, Mike Cushman, ha dicho que el Laborismo "se ha convertido en un peón de las organizaciones sionistas", un lenguaje conspiratorio agradable para estos chicos.

Mientras tanto, Miko Peled, un judío americano israelí que al parecer odia al sionismo, afirmó en otra reunión de la Conferencia donde actuaban los habituales y envejecidos judíos antisionistas, que "todos los temas" deben ser discutidos, incluyendo "el (si hubo) Holocausto: sí o no". Nadie se quejó. En la misma reunión, un miembro de la audiencia afirmó muy expresivamente que el Movimiento Laborista Judío y los Amigos Laboristas de Israel deberían ser expulsados ​​del Laborismo. Con una chutzpah ilimitado, el lema de este grupo antisionista judío es "Libre discurso sobre Israel". Se superpone realmente a las afirmaciones de la Voz Judía por el Laborismo, pero es un poco más desagradable en el estilo.

Simultáneamente, otro judío antisionista británico-israelí, Moshe Machover, también puso su granito de arena: esta vez se trataba de un botín nazi perteneciente a Reinhard Heydrich, uno de los arquitectos principales de la Solución Final. Machover escribió un artículo especial "Antisionismo no es igual a Antisemitismo" para que los marxistas del partido Laborista lo distribuyeran en la Conferencia, y en él citaba a Heydrich realizando "una mención amistosa del sionismo". Y esto, a pesar de la famosa cita nazi que comienza con las palabras "El nacionalsocialismo no tiene ninguna intención de atacar al pueblo judío de ninguna manera". Esta es la profundidad que alcanzan algunos antisionistas judíos, y sólo para calumniar y demostrar su desprecio por sus correligionarios sionistas.

En todos los casos anteriores, y una vez más, los principales protagonistas fueron los habituales antisionistas judíos arrastrando al partido Laborista a un mayor descrédito dentro de la corriente principal de la comunidad judía. Una vez más, los judíos antisionistas ayudaron a proporcionar la munición para que el Daily Mail disparara contra su gran líder. El Laborismo sí tiene un grave problema con los judíos: pero no es (solamente) el que piensa

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