Sunday, July 09, 2017

Estupidez, ignorancia y mentiras - Nadav Shragai - Israel Hayom


Con cada nueva resolución mentirosa, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura se vuelve cada vez más ridícula y cada vez menos relevante. ¿Hasta dónde llevará tantas mentiras, ignorancia y absurdidad? ¿La UNESCO decidirá en algún momento que los judíos son descendientes del Islam? ¿Tal vez adoptarán la definición islámica de que los judíos no son nada más que "monos y cerdos"?

¿Quién sabe? En última instancia, puede concluir que lo que afirma la instigación musulmana es el corazón de la cuestión: que la propia existencia de los judíos "profana" la condición musulmana de Palestina.

Pero cada nube tiene un revestimiento de plata. Hay una gran ventaja en la descarada ridiculez de la serie de resoluciones de la UNESCO sobre Jerusalén, el Monte del Templo, el Muro Occidental, la Tumba de Raquel y ahora la Cueva de los Patriarcas en Hebrón: nos colocan un espejo delante de nuestra cara. Nos obligan a volver a nuestras raíces, a estudiarlas, a profundizar en ellas, y a entender que no somos unos huéspedes temporales en este país. No estamos aquí sólo porque nacimos aquí o hicimos aliyá. Las resoluciones nos obligan a un reconocimiento vital de que la Tierra de Israel no es sólo un refugio, es un destino, cuyos lugares sagrados e históricos son la cuna del nacimiento de nuestro pueblo, y que aún atan nuestro presente y nuestro futuro aquí.

Hasta la fecha, Israel ha cedido el 97% de Hebrón a los palestinos. Si no fuera por la comunidad judía que se ha mantenido en el núcleo histórico de la ciudad a dura penas, a pesar de lo que sucedió en los disturbios de 1929 cuando los residentes judíos de la ciudad fueron sacrificados, hoy la Cueva de los Patriarcas, la Sinagoga Abraham Avinu, Beit Hadassah, Shavei Hevron Yeshiva y otros lugares judíos - solamente el 3% permanece en nuestras manos - también pertenecerían a los palestinos.

David Ben-Gurión definió una vez a Hebrón como "el prójimo y predecesor de Jerusalén". Comprendía muy bien lo que Hebrón significaba para el pueblo judío, e incluso advirtió que sería un "gran error" no establecer una comunidad judía allí tan pronto como fuera posible. El renombrado político Yigal Allon ayudó a los colonos de Hebrón a construir Kiryat Arba. El escritor Shmuel Yosef Agnon también supo ignorar las cubas de veneno que los medios israelíes vertieron sobre el fundador de la renovada comunidad judía de Hebrón, el rabino Moshe Levinger. Agnon llamó a Levinger un "emisario" y predijo que "las generaciones futuras escribirían el libro de sus hechos, restaurando a los hijos a la ciudad de sus antepasados".

Quizás, gracias a la UNESCO, se reintegrarán los viajes escolares a la Cueva de los Patriarcas. Tal vez debido a esta resolución, el gobierno finalmente se comprometa a expandir la comunidad judía más congelada de Judea y Samaria, y mejorar las condiciones muy poco acogedoras que saludan a los visitantes a la Cueva de los Patriarcas. Tal vez ahora algunos de nosotros dejaremos de denominar la historia de la compra de la cueva por Abraham, y el campo alrededor de Efrón el hitita, una "religificación".

Tal vez ahora algunas personas dejen de sentirse avergonzadas cuando el vicecanciller Tzipi Hotovely cite con razón un midrash de 1.500 años de antigüedad enseñado por el sabio rabino Shlomo Yitzhaki (Rashi), del siglo XI: "Hay tres lugares sobre los cuales las naciones del mundo no podrán burlarse de los judíos y decirles: 'Los robasteis'. Son la Cueva de los Patriarcas, el Monte del Templo y la Tumba de José, todos ellos comprados y pagados".

Labels: , ,

0 Comments:

Post a Comment

<< Home